Así como los rayos X permiten a los médicos ver los huesos bajo la piel, los llamados rayos T (haces de radiación del orden de los terahertzios) permitirán a los historiadores estudiar los murales ocultos bajo capas de yeso o pintura en edificios con varios siglos de antigüedad, según acaban de anunciar científicos de la Universidad de Michigan (UM) y del Museo del Louvre. Los detalles se publican en la edición de febrero de la revista Optics Communications.
Los investigadores han utilizado por primera vez esta tecnología para detectar pinturas de colores y dibujos en grafito de una mariposa a través de una pared de yeso de 4 milímetros de espesor. Los rayos T traspasan el yeso y, cuando encuentran un material diferente en su camino, rebotan. Distintos colores de pintura, o la presencia de grafito, producen cambios en la energía de las ondas de rebote. Un aparato mide esta energía y permite reproducir una imagen de lo que está "oculto".
Una de las ventajas claves de los rayos T es que no son potencialmente dañinos como los rayos X, porque son no ionizantes. Además son capaces de penetrar cualquier material, incluidas las células vivas, sin causarles daño alguno.
En marzo, los científicos trasladarán su equipo a Francia para ayudar a los arqueólogos a examinar un mural recientemente descubierto detrás de cinco capas de yeso en una iglesia de siglo XII. Gèrard Mourou, profesor emérito de Ingeniería eléctrica de la UM y coautor del trabajo, está convencido de que la tecnología será especialmente útil en Europa, donde existen miles de obras de arte que fueron cubiertas con yeso o pintura en algún momento de la historia. Esa práctica, añade, era común en lugares de oración, muchos de los cuales pasaron de ser iglesias a mezquitas y viceversa en varias ocasiones.
Fuente : Muyinteresante.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario