Todos los hombres, cuando dormimos, tenemos erecciones. A menudo despertamos con el pene en erección. ¿A qué se debe esto y por qué ocurre?
Fisiológicamente el pene, en estado de flaccidez, está parcialmente lleno de sangre venosa; la sangre venosa tiene una cantidad de oxígeno baja con lo que los tejidos del pene tienen poca vitalidad. Cuando el pene tiene una erección entra sangre arterial al pene, sangre con alto contenido en oxígeno, por lo que los tejidos recuperan vitalidad y se produce la regeneración tisular necesaria para que el pene funcione correctamente.
Es como un mecanismo que debe estar bien engrasado para funcionar bien. De hecho se dice que "las erecciones son buenas para tener erecciones", es decir que cuantas más veces se rellene el pene de sangre, mejor funcionará cuanto tenga que hacerlo.
Nuestra actividad sexual es discontinua e impredecible y a menudo pasamos días sin tener un contacto sexual, con lo que el pene pasa mucho tiempo en estado de flaccidez, es decir con baja oxigenación, lo que conlleva un posible deterioro del mecanismo de la erección.
Sin embargo, la naturaleza, que es sabia, tiene una solución para evitarlo: se producen erecciones automáticas durante el sueño, pero no de vez en cuando, sino en cada fase REM del sueño.
El sueño REM es un sueño profundo que se llama así porque se producen movimientos rápidos de los ojos (Rapid Eye Movements). Existen normalmente cuatro o cinco fases de sueño REM a lo largo de cada noche que vienen a durar entre 30 minutos a una hora aproximadamente; es decir pasamos alrededor de un 30% a 40% del sueño en fase REM, lo que equivale a dos o tres horas de sueño en erección. Resulta compresible que a menudo nos despertemos en erección.
La creencia popular atribuye esta erección a las ganas de orinar o a sueños eróticos, pero no es así, se producen automáticamente en el sueño REM y tienen como objeto mantener "engrasado" el mecanismo de la erección.
Hasta tal punto estas erecciones son normales, que los médicos que nos dedicamos a las disfunciones sexuales, cuando tenemos dudas de si un varón tiene un problema de erecciones por una causa psicológica o por una causa física, nos apoyamos en el estudio de las erecciones nocturnas para aclararlo. Si las erecciones nocturnas son normales en cuanto a su número, duración y rigidez tenemos que pensar que el problema es psicológico; si por el contrario las erecciones nocturnas son escasas en número, en duración o en rigidez hay que pensar que el problema es físico.
Este estudio lo hacemos con un aparato llamado Rigiscan, un aparato portátil que el paciente se lleva a su casa, tiene dos anillas que se ajustan en el pene y que van conectadas a un pequeño ordenador. El paciente se lleva el Rigiscan a su casa y duerme con él durante tres noches. Los datos obtenidos se vuelcan en un ordenador y obtenemos un gráfico y un registro muy fiel de los que ha pasado durante la noche.
Frecuentemente las alteraciones que impiden un sueño normal dan lugar a problemas de erección; por ejemplo dormir mal por problemas de próstata –uno se tiene que levantar varias veces por la noche para orinar-, dormir mal por tener apnea del sueño –sueño interrumpido por fases de apnea y ronquidos-, por tomar pastillas para dormir –que alteran el sueño REM- o simplemente dormir pocas horas dan lugar a largo plazo a disfunción eréctil.
En conclusión, si se despierta de vez en cuando con buenas erecciones, todo va bien, si hace tiempo que no las ve, empiece a preocuparse.
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Fisiológicamente el pene, en estado de flaccidez, está parcialmente lleno de sangre venosa; la sangre venosa tiene una cantidad de oxígeno baja con lo que los tejidos del pene tienen poca vitalidad. Cuando el pene tiene una erección entra sangre arterial al pene, sangre con alto contenido en oxígeno, por lo que los tejidos recuperan vitalidad y se produce la regeneración tisular necesaria para que el pene funcione correctamente.
Es como un mecanismo que debe estar bien engrasado para funcionar bien. De hecho se dice que "las erecciones son buenas para tener erecciones", es decir que cuantas más veces se rellene el pene de sangre, mejor funcionará cuanto tenga que hacerlo.
Nuestra actividad sexual es discontinua e impredecible y a menudo pasamos días sin tener un contacto sexual, con lo que el pene pasa mucho tiempo en estado de flaccidez, es decir con baja oxigenación, lo que conlleva un posible deterioro del mecanismo de la erección.
Sin embargo, la naturaleza, que es sabia, tiene una solución para evitarlo: se producen erecciones automáticas durante el sueño, pero no de vez en cuando, sino en cada fase REM del sueño.
El sueño REM es un sueño profundo que se llama así porque se producen movimientos rápidos de los ojos (Rapid Eye Movements). Existen normalmente cuatro o cinco fases de sueño REM a lo largo de cada noche que vienen a durar entre 30 minutos a una hora aproximadamente; es decir pasamos alrededor de un 30% a 40% del sueño en fase REM, lo que equivale a dos o tres horas de sueño en erección. Resulta compresible que a menudo nos despertemos en erección.
La creencia popular atribuye esta erección a las ganas de orinar o a sueños eróticos, pero no es así, se producen automáticamente en el sueño REM y tienen como objeto mantener "engrasado" el mecanismo de la erección.
Hasta tal punto estas erecciones son normales, que los médicos que nos dedicamos a las disfunciones sexuales, cuando tenemos dudas de si un varón tiene un problema de erecciones por una causa psicológica o por una causa física, nos apoyamos en el estudio de las erecciones nocturnas para aclararlo. Si las erecciones nocturnas son normales en cuanto a su número, duración y rigidez tenemos que pensar que el problema es psicológico; si por el contrario las erecciones nocturnas son escasas en número, en duración o en rigidez hay que pensar que el problema es físico.
Este estudio lo hacemos con un aparato llamado Rigiscan, un aparato portátil que el paciente se lleva a su casa, tiene dos anillas que se ajustan en el pene y que van conectadas a un pequeño ordenador. El paciente se lleva el Rigiscan a su casa y duerme con él durante tres noches. Los datos obtenidos se vuelcan en un ordenador y obtenemos un gráfico y un registro muy fiel de los que ha pasado durante la noche.
Frecuentemente las alteraciones que impiden un sueño normal dan lugar a problemas de erección; por ejemplo dormir mal por problemas de próstata –uno se tiene que levantar varias veces por la noche para orinar-, dormir mal por tener apnea del sueño –sueño interrumpido por fases de apnea y ronquidos-, por tomar pastillas para dormir –que alteran el sueño REM- o simplemente dormir pocas horas dan lugar a largo plazo a disfunción eréctil.
En conclusión, si se despierta de vez en cuando con buenas erecciones, todo va bien, si hace tiempo que no las ve, empiece a preocuparse.
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tengo 19 años y siempre deaspierto con una ereccion tremenda.
ResponderEliminartengo el pene como devil yseco casi no lubrica
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