Algunos historiadores lo remontan al Imperio Romano, cuando, debido a algunos asesinatos, se convirtió en costumbre que al visitar a un oficial se levantase la mano para mostrar que no se iba armado. Otros se inclinan por achacarlo a la costumbre de los caballeros medievales de saludarse levantando el visor de su casco. Sí sabemos que a principios del siglo XIX los Coldstream Guards modificaron el saludo habitual del Ejército británico –tocarse el sombrero con la punta de los dedos–. Pasaron a darse una leve palmada en el gorro propio, lo cual derivó en el saludo militar que conocemos hoy. Via
No hay comentarios:
Publicar un comentario