La arena del Sáhara avanza de manera implacable extendiendo la aridez y devorando toda la vegetación que encuentra a su paso. Para frenar el avance de este desierto, las autoridades africanas han puesto en marcha la construcción de la "Gran Muralla Verde", una espesa barrera de árboles y arbustos que se extenderá a lo largo de 7.000 kilómetros, desde Dakar hasta Djibouti. El ambicioso proyecto, coordinado por Senegal y en el que participa la Comunidad de los Estados del Sahel y del Sáhara (CEN-SAD), proporcionará al planeta "un nuevo pulmón verde", según ha anunciado el presidente senegalés Maitre Abdoulaye Wade.
Además, es previsible que la nueva masa arbórea, con sus 15 kilómetros de espesor, permita el desarrollo de la pesca y la ganadería a lo largo de todo su perímetro en un plazo mínimo de tres años.
Según cifras oficiales, cada año el África pierde cuatro millones de hectáreas de selva, el doble del promedio del resto del mundo. vialeer mas...
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